En la charla nos contó que la mayoría de esos niños viven en chozas y que su cocina es una fogata. Algunas familias tienen que dormir en el suelo y otras duermen en camas muy incómodas y pequeñas.
Ellos tienen que despertarse a las cinco de la mañana y andar durante dos o tres horas para ir al colegio. Algunos niños tienen que llevar a sus hermanos a la espalda, todos los días al colegio. Cuando van al colegio normalmente toman de desayuno agua caliente con hierbas que recogen. Algunos trabajan mientras van al colegio: cuidan al ganado o recogen leña.
En el colegio aprenden a leer y escribir. Todos los colegios tienen uniforme, pero alguna gente no puede pagarlo y entonces no les obligan. Ellos pueden comer en el colegio gracias a la gente que apadrina a estos niños de Cajamarca.
La mayoría de los padres de los niños no tienen mucho dinero y los niños se tienen que conformar con unas vestimentas muy malas, por ejemplo, la mayoría tienen que llevar puestas unas sandalias hechas con trozos de neumáticos. Muchos tienen un sombrero que les protege del sol y la lluvia, y siempre lo llevan puesto.
M.G.